Características musicales:
Los compositores de este período orientan su música hacia:
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Un equilibrio basado en la proporción de las melodías, elemento esencial de la composición, estructuradas en frases con un número idéntico de compases en cada una de ellas.
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El orden de las ideas musicales cuidando especialmente la forma musical gracias al uso de las cadencias, que actúan a modo de signos de puntuación separando las distintas partes de la composición.
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Una claridad que se transmite a través de melodías que sigue conservando ciertas dosis de ornamentación, aunque sin los excesos del Barroco, y que destacan por encima de un acompañamiento musical, la melodía acompañada. A esto se suma el uso de armonías simples, a base de acordes sencillos, en la que predomina el uso del modo Mayor, lo que hace que el carácter de la música sea alegre y optimista.
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Una sencillez que facilitan al oyente la comprensión de las obras musicales y que además de los elementos anteriores se percibe mediante el uso de ritmos sencillos y regulares.
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Una elegancia que huye de los contrastes y busca una transición más natural entre los elementos de la composición. Aparece la dinámica en pendiente que permite jugar con la intensidad de los sonidos, variando ésta de forma gradual, gracias a la aparición del crescendo y el diminuendo.
Sonata de Haydn. Ejemplo del uso de la dinámica en pendiente.