A mediados del siglo XVIII la danza sufrirá una gran transformación de la mano de Jean Georges Noverre (1727-1810), coreógrafo y bailarín, que plasmará sus ideas revolucionarias en el libro "Cartas sobre la danza y los ballets" (1760)
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Una nueva técnica de baile en la que se da mas importancia a los gestos y a las expresiones que a los pasos.
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El rechazo del virtuoso y el uso de vestimentas estereotipadas y poco practicas. Los bailarines se deshacen de las mascaras y las pelucas y adaptan su ropa a la escena y a la época.
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La importancia del argumento.
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La composición de la música al servicio de la escena.
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La utilización del cuerpo de baile como una especie de telón de fondo sobre el que actuaban los principales interpretes.
Las nuevas ideas de Noverre se plasmarán los ballets de las obras de grandes compositores como Rameau en Jason et Medé y Gluck. La consolidación del ballet como género independiente de la ópera estaba de camino y la importancia de las ideas de Noverre se deja entrever en la permanencia del vocabulario técnico que ideó este coreógrafo y que sigue empleándose en todas las escuelas de ballet en la actualidad.
Noverre fue el creador de un nuevo género, el "Ballet d´ action", demostrando que la danza, el mimo y la música podían narrar una historia sin tener que recurrir a la poesía o a la canción, lo que da origen al nacimiento del ballet moderno.
El ballet d'action se concreta en: