MÚSICA DE CINE
FUNCIONES DE LA MÚSICA
En el cine, el poder comunicativo de la música, y en particular de la música incidental, tiene dos funciones principales: expresiva y narrativa.
• Función expresiva.
La música produce efectos emocionales sobre los oyentes. Debido a su poder para despertar emociones, la música puede cambiar totalmente el contenido emocional de una misma escena: una escena romántica puede verse convertida en una escena de intriga o cómica según la música de fondo que se utilice.
La función expresiva permite además la identificación del espectador. Por identificación se entiende la habilidad de la música para transmitir lo que siente un personaje, haciéndoselo sentir al espectador, y causando de ese modo la identificación con él. Se elimina de esta manera la distancia emocional entre el espectador y la pantalla.
Decimos que la música es empática cuando está de acuerdo emocionalmente con el talante de la acción, y que no lo es, o que es anempática, cuando establece un distanciamiento emocional con la acción.
MÚSICA EMPÁTICA / MÚSICA ANEMPÁTICA
INTENSIFICA EL SENTIDO DE UNA ESCENA
• Función narrativa.
Desde el punto de vista narrativo, la música de cine puede:
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Recrear épocas y lugares, situando al público en el ambiente de la película
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Definir el carácter o estado de ánimo de los personajes.
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Estructurar rítmicamente la narración encadenando o separando escenas. La música sirve para suavizar las elipsis espaciales o temporales de una escena, ayudando así a dar más unidad a la narración. Las elipsis temporales se producen cuando la acción cambia de un período de tiempo a otro sin que haya una constancia en la película de todo lo que ha pasado entre un período temporal y otro. Lo mismo pasa con las elipsis espaciales, un personaje puede aparecer en un determinado lugar y en otra escena aparecer en un lugar diferente y no por ello en la película aparece todo el trayecto que el personaje ha realizado para situarse en su nueva ubicación.
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Aporta ritmo a la escena, o lo modifica. La música puede unificar diferentes imágenes fijas y proporcionar continuidad e impulso. Esta función puede ser fácilmente comprendida viendo una escena sin su banda sonora: invariablemente parecerá ser más larga que con música. No es sorprendente, por tanto, que la música haya sido frecuentemente usada por los directores para aportar ritmo a escenas que son dramáticamente débiles.
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Servir como fondo neutro a los diálogos.
DRAMATISMO
SILENCIO.
En ocasiones es la falta de sonido la que otorga emoción a una escena y le da sentido.