Si algo distingue el cine de los noventa es, precisa­mente, su falta de rasgos generales específicos. Dentro de las bandas sonoras podemos encontrar ejmplos de música sinfónica, el uso de los sintetizadores, la música electrónica, etc.

 

Una línea nueva aparece con la introducción del sonido newage. 

 

Por otro lado, las discográficas descubren un público poten­cial que va con frecuencia al cine y se «queda» con la música o canción de una película. Así, una canción que no ha sido compuesta para una película, por el hecho de aparecer en la misma, sirve para con­seguir una buena venta de discos (es el caso de Titanic).