HISTORIA DE LA MÚSICA DE CINE
La aparición del sonido trajo ciertos problemas técnicos; entre ellos, la sincronización entre la imagen y la música. El compositor Max Steiner inventó un sistema —que todavía hoy día se sigue utilizando— para sincronizar la música con la imagen, y es conocido con el nombre de clic track.
El click track consiste en hacer pequeñas incisiones en un copión de trabajo del film, las cuales producen un pequeño clic (sonido) al ser proyectadas. El director musical escucha estos clics y, gracias a ellos, ajusta el tempo de la interpretación. En realidad, viene a ser como la función de un metrónomo. Esto se aplicó en la película King Kong (1933).
Pero la grabación de la música presentaba otro problema, el de equilibrar la música y los diálogos. Así surgió la figura de un personaje imprescindible en la música de cine: el mezclador de sonido. Su función era permitir que los diálogos se entendieran y dar más protagonismo a la música en escenas no dialogadas.